La Navidad y el Año Nuevo se caracterizan por los excesos en las comidas, debido a la presencia de alimentos tradicionales con alto contenido de grasa y azúcar.

La Fundación para la Diabetes prioriza en el control de hidratos de carbono en las comidas que se disfrutan en esta época, por lo que hay que saber cómo intercambiar los alimentos tradicionales navideños por los que se consume de manera habitual.

Debido al inadecuado metabolismo de la glucosa el paciente diabético deberá restringir en la dieta todos los alimentos que tienen un alto índice glicémico, como el pan blando, el pan dulce, la mayoría de cereales procesados, ya avena instantánea, arroz blanco, jugos de fruta y frutas altas en azúcar como sandía e higos y bollería refinada indica una reconocida nutricionista.

También, se sugiere que los platos principales se preparen al horno o a la plancha evitando salsas ricas en grasa. Pueden ir acompañados de ensaladas y verduras, pues incrementan la sensación de saciedad y aportan menos calorías, menos carbohidratos y cierta cantidad de fibra vegetal. Una buena opción es colocar yogur y frutos secos encima. Asimismo, pueden hacerse parrilladas con berenjena, cebolla, papas, chile pimiento, tomate, calabaza y calabacín.

El paciente diabético también puede disfrutar de la gastronomía navideña con cambios saludables y evitando los excesos.

Durante las fiestas de fin de año las personas con diabetes deben llevar un control en su alimentación para mantener los niveles de azúcar adecuados.

Las bebidas con alcohol contienen altos niveles de azúcar.

FRUTAS Y POSTRES

El paciente puede consumir frutas para obtener de ellas valiosos nutrientes como vitaminas y antioxidantes. Debe evitar la fruta con miel o azúcar añadida, en jugos, en miel, en almíbar, al igual que la fruta cristalizada o deshidratada, conservas de fruta, jaleas o mermeladas.

La mejor recomendación es elegir frutas que pueda consumir completas y con cáscara para que ayude una absorción más lenta de los azucares naturales. Las más recomendables son cerezas, ciruelas, fresas, guayaba, kiwi, manzanas, naranja, pera y toronja.

Los postres suelen tener un contenido en azucares superior a lo normal, por lo que para compensarlo es necesario elegir aperitivos y primeros platos con bajo contenido de carbohidratos.

Se recomiendan las gelatinas sin azúcar, yogur natural, una pieza de fruta entera, un helado casero de limón sin azúcar, leche sin azúcar o semillas. Es importante que el paciente con tratamiento de insulina tome en cuenta el postre en el conteo de carbohidratos.

Para sustituir los azúcares simples en la dieta; como el azúcar y la miel, las personas con diabetes pueden utilizar edulcorantes artificiales, como la sucralosa y el esteviol, pero hay que emplearlos con moderación.

Algunos productos con índice glicémico más bajo, como la miel de agave azul, pueden ser útiles para sustituir jarabes y siropes.

¿Y EL ALCOHOL?

Durante las fiestas de din de año abundan las bebidas con alcohol, las cuales contienen mucha azúcar, sobre todo los licores, por lo que el paciente diabético debe ser cuidadoso con ellas.

Los pacientes con diabetes se arriesgan a desarrollar una hipoglicemia, ya que el metabolismo de la glucosa se ve alterado por el metabolismo del alcohol en el cuerpo, inhibiendo la producción de energía.

Por ello, la recomendación es que, si un paciente va a consumir alcohol, no debe excederse de una bebida, no ingerirlo sin haber comido previamente y no hacerlo si no mantiene niveles adecuados de glucosa en ese momento, lo recomendable es preferir bebidas de menor graduación alcohólica como la cerveza ligera o el vino seco, en vez de cocteles, bebidas espirituosas o vino dulce o espumante.